Un nuevo ciclo de las charlas Voces Tejidas sobre diversidad cultural y lingüística en el Perú dio inicio el último viernes, con el conversatorio Voces de las mujeres indígenas y afroperuanas, donde participaron Ysabel Omega, cantante y compositora afroperuana, y Dina Ananco, escritora e intérprete awajún-wampís. Ambas participantes relataron su experiencia como mujeres creadoras y activistas en sus respectivos contextos culturales.
Ysabel señaló que su proceso creativo en el género reggae se inició al salir del “entorno de comfort” de su etapa escolar y pasar a vivir su realidad como mujer joven afroperuana en las calles y la universidad. “Caminaba tres cuadras de mi casa a la Panamericana Norte para ir a la universidad y me decían de todo. Había una constante violencia contra mi persona. Descubrí que era por ser afroperuana, la gente pensaba que yo hacía tales o cuales cosas; debía saber bailar, cocinar bien, estar siempre ‘dispuesta’…”
Por su parte, Dina indicó que su escritura se inspira en la Amazonía y en la condición de ser mujer awajún y wampís, que busca romper con las tradiciones que restringen a la mujer a un rol doméstico y reproductivo. “En el mundo awajún y wampís ser mujer implica cumplir un rol específico. Antes que se nazca tiene un marido establecido por la familia y luego tiene que cuidar a los hijos. Trato de que cuando escribo se escuche la voz de las mujeres enclaustradas en esa tradición, que se resalte que hay una forma de pensar diferente… si bien valoramos nuestra cultura, siento que debemos mejorar algunos aspectos”.
Las participantes explicaron que sus procesos de resistencia cultural se han visto entrelazados con la resistencia frente al sexismo que persiste en las diversas sociedades.
Sobre el tema, Ysabel contó que inició su carrera de compositora de reggae en el 2001, a partir de lo cual se reencuentra con su raíz afroperuana. “Mis referentes afros mujeres eran del hip-hop estadounidense, esto cambia al escuchar a Bob Marley y otros que desde Jamaica hablan de su problemática social, que también era la nuestra”. Relató que se involucró en la fe rastafari, ingresando a un entorno donde era la única mujer, pues aún prevalecía el machismo.
Por su parte, Dina sostuvo que no todo lo tradicional es negativo, pues disfruta de los cantos y los mitos awajún y wampís. Su resistencia cultural se centra en hablar y escribir en su lengua materna. Sin embargo, en ese camino se ha encontrado con obstáculos relacionados con su condición de mujer joven. Dina, quien participó como intérprete en el juicio por el llamado “Baguazo”, recordó que durante las audiencias fue criticada porque no conocía algunos términos del lenguaje jurídico. “En algún momento el juez de Bagua me dijo: ‘¿qué hace esta chibola en el juicio?’; creo que di la misma impresión a los acusados”.
Al ser consultada sobre sus referentes femeninas, Ysabel recordó a su abuela, que tuvo que escapar de su casa de Bujama, en Mala, por ser víctima de endorracismo (discriminación racial dentro del propio grupo étnico). Su abuela pasó a vivir en el Jr. Áncash, a dos casas de la Estación Desamparados, donde salió adelante vendiendo anticuchos y picarones. Ysabel dijo que el pueblo afroperuano ha encontrado en los estereotipos, como la música, el deporte o la gastronomía, mecanismos para sobreponerse a la inequidad, pero que aún existe una gran deuda en reconocer los aportes afroperuanos en otros campos de la construcción del país.
En el caso de Dina, su referente femenino fue su madre, quien se preocupó siempre porque sus hijas estudien y no se encasillen en el rol tradicional de la mujer. “En mi pueblo, como en otros, se practicaba el matrimonio de primos cruzados, entonces estaba designado que me tenía que casar con algún primo. Felizmente mi madre nunca tuvo esa idea. Ella tuvo un carácter muy fuerte, siempre tuvo la idea de que estudiemos”. Dina pidió a las organizaciones indígenas amazónicas “poner en práctica la equidad de género, no hablar de ello porque suena bonito sino asumirla y practicarla de forma total”.
Las charlas mensuales Voces Tejidas son un espacio mensual para reflexionar sobre la diversidad cultural y lingüística, desde las vivencias de los participantes. Se relacionan con el primer nudo de la exposición permanente Intensidad y altura de la literatura peruana, que exhibe cómo los diferentes idiomas que se hablan en el perú también representan diversas formas de pensar, crear, simbolizar y narrar.
La próxima charla del ciclo Voces Tejidas será el viernes 21 de abril, a las 7 p.m., cuando conversaremos con los comunicadores audiovisuales Salomón Senepo y María Elena Benites sobre las representaciones de la diversidad cultural en el cine.