El cine como forma de reconocimiento de la identidad propia y la imagen visual como mecanismo de diálogo fueron los temas que abordó el segundo conversatorio del ciclo de charlas Voces Tejidas sobre diversidad cultural y lingüística en el Perú. Participaron el documentalista Salomón Senepo y María Elena Benites, directora del Grupo Chaski.
Salomón señaló que su producción audiovisual nace de una preocupación por el “otro”, aquellas comunidades andinas y amazónicas cuyas voces están invisibilizadas en el escenario nacional. Contó de su experiencia filmando el documental La frontera en las comunidades asháninkas de la selva central afectadas por la llegada de colonos, donde se vive un proceso cultural no de integración equitativa, sino cargado de discriminación. “La colonización nos corta, nos quiebra, comenzamos a olvidar y negar nuestras raíces para parecernos al otro, al conquistador”.
María Elena recordó el año 1984, cuando el Grupo Chaski estrenó Gregorio, una de las primeras películas que abordó la migración y las luchas de las personas que enfrentaban el menosprecio y la discriminación; cuatro años después se estrenó Juliana, cuya protagonista batalla contra una triple discriminación: por su condición de mujer, su etnicidad afrodescendiente y su situación de pobreza. El cine como vehículo de diálogo intercultural y reconocimiento, que sirva para visibilizar a los diversos pueblos, sus conocimientos y prácticas. “El cine puede reflejar tu cara y hacer que te quieras”.
Los participantes explicaron la necesidad de no solamente representar a las distintas personas que conviven en el Perú, sino revertir la relación de poder generada por el desigual acceso a las herramientas y tecnologías que permiten hacer cine.
“El poder de la imagen no está en la imagen misma, sino en quién ve la imagen y cómo la usa”, indicó Salomón, explicando que en sus documentales la mirada no deja de ser occidental, pero intenta acercarse a las comunidades con respeto y ánimo de aprender antes de enseñar. Salomón dijo que es importante que las comunidades se comuniquen creando “su propio alfabeto y su lenguaje audiovisual”.
Por su parte, María Elena compartió la experiencia de la Red de Microcines, que agrupa a gestores culturales de diez regiones diferentes, quienes realizan funciones de cine comunitarias, seguidas de diálogos acerca de los temas de las películas. Estas redes avanzan hacia la producción de cine a partir de la creación colectiva. “Este cine no es con alfombra roja, ni para canchita y coca cola, nos entretiene y también nos emociona, nos hace pensar en cómo cambiar la situación en que estamos (…) No es de autor sino comunitario, lo hacemos en la comunidad, por y para la comunidad; es un cine que nos ayuda a encontrar el buen vivir”.
Sobre las charlas Voces Tejidas
Las charlas Voces Tejidas son un espacio mensual para reflexionar sobre la diversidad cultural y lingüística, desde las vivencias, experiencias y saberes de los participantes. Se relacionan con el primer nudo de la exposición permanenteIntensidad y altura de la literatura peruana, que exhibe cómo los diferentes idiomas que se hablan en el perú también representan diversas formas de pensar, crear, simbolizar y narrar.
La próxima charla del ciclo Voces Tejidas será el viernes 26 de mayo, a las 7 p.m., cuando conversaremos con las profesoras María Chavarria y Gavina Córdova sobre las experiencias de revitalización de lenguas. Se ha elegido este tema debido a que el 27 de mayo se celebra el Día del Idioma Nativo.