El primer número de la revista Narración, aparecido en setiembre de 1966, representa un hecho singular. Además de ser el manifiesto del grupo conformado por destacados narradores de la generación 50, fue el debut literario de un joven escritor. José Watanabe tenía 20 años de edad y se daba a conocer como cuentista. Es más, el texto que acompañaba el relato decía sobre el novel autor: “Tiene concluido un libro de relatos sobre la situación de los trabajadores en los grandes latifundios azucareros, al que pertenece ‘El trapiche’. Nació en Trujillo”.
“Creo que ese anunciado libro de relatos nunca llegó a editarse. Cinco años después, publicó su primer libro de poesía Álbum de familia. Watanabe se vincula a Narración de una forma casual. Una noche de verano de 1966, en el bar Palermo, Eleodoro Vargas Vicuña me dice: hay que salir urgentemente de Lima, ya no soporto el enclaustramiento capitalino y hay que respirar nuevos aires en cualquier ciudad del país”, recordaba Oswaldo Reynoso, fundador de Narración y quien viajó a Trujillo para buscar nuevas voces de la literatura. Allí sería el primer encuentro con Watanabe, pero meses después el futuro poeta que dijo ser cuentista buscó a Reynoso en el Palermo y al enterarse del proyecto de revista propuso que le publiquen su relato “El trapiche”.
“La lectura de sus dos primero párrafos me impresionó. Apenas tenía veinte años y su prosa era directa, hermosa y profunda, los diálogos eran ágiles y la estructura general de buena factura”, recordaría años después Reynoso en un artículo publicado en 2007 en la revista Libros & Artes, de la Biblioteca Nacional.
“El trapiche” representa el mundo de una hacienda azucarera en la natal Laredo, donde Watanabe creció y vivió de cerca la problemática de los trabajadores.
Como parte de la exposición Watanabe. El ojo y sus razones, la Casa de la Literatura editó y distribuyó gratuitamente la versión facsimilar de este cuento publicado en la revista Narración, y ahora lo pone a disposición de los lectores en formato PDF.
Aquí pueden descargar “El Trapiche”.