Todavía mi nombre es Jorge. 100 años de Jorge Eduardo Eielson

Foto: © Jorge Eielson, heredera Martha Canfield. Fotografía intervenida por Rodolfo Loyola.
Foto: © Jorge Eielson, heredera Martha Canfield. Fotografía intervenida por Rodolfo Loyola.

En el marco del centenario del natalicio del poeta Jorge Eduardo Eielson (1924-2006), la Casa de la Literatura Peruana presenta la exposición Todavía mi nombre es Jorge, una exploración sobre su poesía visual y su trabajo con nudos. La muestra se inaugura el viernes 19 de abril, a las 6:00 p.m., en la Sala de Autor de la Casa de la Literatura Peruana (Jirón Áncash 207, Centro Histórico de Lima). El ingreso es libre. Se podrá visitar hasta el domingo 11 de agosto.

La exposición destaca la versatilidad de Jorge Eduardo Eielson, quien exploró diversos lenguajes como la poesía, la instalación artística y la performance, difuminando los límites disciplinares. Más que artista o poeta, se consideraba “un trabajador de la palabra, un trabajador de la imagen, un trabajador del color, un trabajador del espacio”.

Eielson vivió en Lima, París, Roma, Milán y Nueva York, donde bebió de la vanguardia y las experimentaciones artísticas más radicales de su época. Estas influencias se pueden ver reflejadas en la muestra. Aun desde lejos, el territorio peruano nunca dejó de palpitar en su obra, como se observa en sus poemas y en el diálogo inédito que mantuvo con la cultura precolombina peruana a través de sus quipus, nudos y tensiones.

La exposición estará divida en dos secciones curatoriales. La primera “¿Qué hacer con el poema?” presenta la experimentación de Eielson con la poesía, donde lo definitivo no es ya el significado de las palabras, sino el confrontarse cuerpo a cuerpo con la superficie material del lenguaje y sus soportes. La segunda Gestos, nudos y tensiones” expone su trabajo con textiles. Todos estos gestos representan para Eielson un diálogo con las antiguas culturas precolombinas. En los nudos y en el acto de cubrir cuerpos con telares resuenan los quipus y los fardos funerarios del antiguo Perú. A 100 años de su nacimiento, su obra íntima y lejana, local y universal, sigue resonando entre nosotros.

FIRMAMENTO. Instalación del artista Carlos Runcie Tanaka

La instalación recoge del poema de Jorge Eduardo Eielson, la mirada al cielo como esperanza. Las manos, desde la oscuridad de la tierra, intentan abrazar la vida y convertirse en las estrellas que existen, que brillan y parpadean en el firmamento, ese gran espejo donde nos reflejamos los que estamos en la tierra. Esta pieza fue parte de la muestra presentada en Florencia, Italia.