Actualización: Jueves 16 de marzo, 20:06 horas
Hemos visto por conveniente suspender todas nuestras actividades hasta este fin de semana y reanudar la atención al público, si no hay inconvenientes, el próximo martes 21 de marzo. Hemos dedicado toda la mañana a trasladar nuestro mobiliario a zonas seguras y a continuar con las labores de limpieza. Teniendo en cuenta que aún existe una alerta ante probables deslizamientos creemos que es mejor adoptar esta medida.
Nuevamente gracias por las muestras de solidaridad. Como decíamos, el personal y nuestros materiales están a salvo. Los daños no son considerables.
El recuento de lo ocurrido el miércoles
La tarde del miércoles 15 de marzo, el desborde del río Rímac afectó algunos de nuestros ambientes, específicamente cuatro áreas: el taller de mantenimiento, la oficina del personal de Investigación y Promoción Literaria, el área de Educación y la oficina de los orientadores literarios. Afortunadamente no hemos tenido daños ni pérdidas que lamentar, pero por medidas de seguridad tuvimos que suspender inmediatamente la atención al público. Esta medida se extenderá hasta el jueves 16 de marzo en primera instancia.
Nuestros materiales de trabajo y los libros de la Biblioteca Mario Vargas Llosa, en el primer nivel, han sido trasladados y se encuentran a salvo. El personal de la Casa de la Literatura participó activamente en estas tareas y también con apoyo policial y militar brindado por Palacio de Gobierno.
Alertados por la inminencia del desborde, el personal evacuó las oficinas no sin antes desconectar todos los artefactos electrónicos y alejar del suelo extensiones, tomacorrientes y demás objetos que podrían verse afectados. Las aguas anegaron especialmente el taller de mantenimiento (cercano al Parque La Muralla) y el área de los orientadores literarios, este último adyacente al Café Literario, área que afortunadamente no se vio afectado. El lodo averió la bomba de agua que abastece los servicios higiénicos del área de uso público, además, por precaución se cortó la electricidad.
Ante esta situación nuestra primera tarea será proceder a limpiar las oficinas afectadas con agua y lodo y trasladar a sus lugares el mobiliario. Así también tomaremos las precauciones para evitar que una situación como esta se repita otra vez. Afortunadamente este incidente no nos perjudicó tanto como ha sido el caso de otras zonas del país.
Agradecemos la preocupación y las muestras de solidaridad de los usuarios y público en general. El personal y nuestros materiales de trabajo están a buen recaudo y esperamos reanudar la atención con normalidad lo más pronto que nos sea posible.