Con gran asistencia de público, la Casa de la Literatura Peruana inauguró la exposición El sol lila. Constelaciones poéticas de Luis Hernández, la cual recorre la vida y la obra de uno de los poetas más originales y enigmáticos de la segunda mitad del siglo XX y de la generación literaria del 60. Esta muestra podrá visitarse gratuitamente hasta el domingo 27 de agosto de 2017.
“Con esta exposición la Casa de la Literatura quiere celebrar una manera de entender la poesía, situándola en la ciudad, entre nuestras calles y nuestras playas, confundida entre nosotros. Por ello, la poesía de Lucho nunca ha dejado de sentirse viva, de encontrar modos distintos de expresión. (…) Esta poesía abarca la música, el dibujo, la pintura, las ciencias, la historia de la literatura y la filosofía. (…) El sol lila. Constelaciones poéticas de Luis Hernández es nuestro agradecimiento a ese hombre solo que se inventó el mundo y la vida para sí mismo”, explicó la directora de la Casa de la Literatura Peruana, Milagros Saldarriaga.
Por su parte, el psicoanalista Max Hernández, hermano del poeta, agradeció a la Casa de la Literatura y a todos los que pudieron hacer realidad la muestra en homenaje a Luis Hernández. Además, leyó un texto con versos escritos por su hermano.
“Son todas palabras de Lucho/ son las palabras de aquel que un día conoció el poder ligero de la palabra/ aquel cuyo corazón se enredó/ aquel cuyo ideal era no tolerar ante sí el dolor/ aquel que veía incluso, en Lima, en el Perú, cuando no había plata ni para el té, yates cromáticos cruzando el mar azul Prusia de La Herradura/ aquel que dedicó sus poemas a todos los prófugos del mundo y a quienes quisieran contemplarlo. Uso esas palabras y tomo el micrófono para decirle: ‘Luchito no mueras más. Como cuando vivías cantarás aunque no vuelvas”, manifestó Max Hernández.
El escritor Nicolás Yerovi recordó que la poesía de Luis Hernández lo atrapó luego de que encontró en ella “el gusto y el amor por el arte, la ironía y la travesura”, algo que había visto en la obra su abuelo Leonidas Yerovi, de su padre y que él también cultivó. Además, recordó que hace 42 años descubrió la obra del poeta, la cual estudió y difundió ayudando a que no pase al olvido cuando comenzó a obsequiar cuadernos con sus poemas tras dejar de publicar de manera convencional.
“Después de todo este tiempo transcurrido y, viendo a todos ustedes presentes esta noche como testigos y admiradores de una obra colosal que permanecerá para siempre en la historia de la lengua española, confirmo y corroboro lo que algún día imaginé e intuí: si mi vida hubiera servido tan solo para evitar que esta magnífica obra no cayera en el olvido, mi vida habría tenido sentido. Muchas gracias, Lucho”, sentenció.
El fotógrafo y uno de los curadores de la exposición, Herman Schwarz, destacó el valor del aporte de Nicolás Yerovi al reunir los cuadernos y estudiar la obra. “Gracias a él es que tal vez estamos aquí reunidos”. Además, agradeció a la familia, amigos del poeta y a todos los que colaboraron con la exposición.
“A 40 años de muerte de Luis Hernández se podría decir que el tiempo es el crítico más implacable, él diría, impecable. Su voz sigue vigente y podemos verlo en este grupo que ha reunido esta inauguración, donde siempre se suman lectores”, precisó.
El sobrino de Luis Hernández, Rafael Hernández, dedicó breves palabras sobre la obra de su tío. “Lo que vemos aquí: las fotos, las grabaciones, las reproducciones de los cuadernos, no dejan de ser una obra que trasciende la caligrafía, el cuaderno, la leyenda, el plumón. Y que sirve para reencontrarse con la poesía de Lucho o descubrirla, porque solo la poesía perdura”, apuntó.
Durante la inauguración cuatro músicos tocaron en versión de clarinete los temas Quartet No. 2 de Alexander Borodin y Long and Winding Road y Eleanor Rigby de la banda británica The Beatles, temas que eran del agrado del poeta.
Las secciones de la exposición
La exposición se organiza en cuatro zonas que buscan destacar la vida de Luis Hernández y su relación con la poesía, música, medicina, la ciudad y su familia. Al ingreso de la muestra, como bienvenida, se encuentran fotos del poeta y páginas de sus cuadernos donde se menciona El Sol Lila, que da nombre a la exhibición.
La primera sección de la muestra se denomina Mi barrio natal, corresponde a su infancia y relación con su familia. En las mesas de esta zona se encuentran cartas del poeta dirigidas a su madre, hermanos, y tarjetas para sus sobrinos, así como anuarios del colegio La Salle y fotografías familiares. Además, de cuadernos con poemas que se relacionan con esta etapa.
La segunda zona es La ética de Apolo, donde se remarca la relación entre su profesión de médico y su faceta de poeta. Luis Hernández tenía una visión de que la poesía y la medicina servían para aliviar y curar el dolor. Por ello, en esta sección se muestran versos relacionados con la curación. Además de sus poemas hay piezas, tales como su tesis de bachiller en Medicina, su diploma y carnet del Colegio Médico y su sello.
En esta sección también se encuentra un video con las entrevistas realizadas a los hermanos del poeta, Max y Carlos Hernández; a sus amigos como los hermanos Larco y Silvio Ratto; al poeta Luis La Hoz y al escritor Nicolás Yerovi. Además, se aprecian las primeras ediciones de sus tres poemarios publicados de manera ordinaria: Orilla (1961), Charlie Melnik (1962) y Las Constelaciones (1965). Así también destaca el mecanografiado original del poemario Las Constelaciones presentado al concurso Poeta Joven del Perú 1965.
La tercera sección es Mi país no es Grecia. En ella se muestra la visión de Hernández sobre la sociedad, la ciudad y su modo particular de cuestionar el orden establecido. Esto se puede ver a través de versos que están en la subsección llamada Cantas y ese es tu brillo que aluden a personajes de la época o acontecimientos violentos como uno dedicado a la muerte de Salvador Allende u otro llamado Matan a roba carros. Otra subsección es Ciudad muda que muestra su visión más amable de su entorno, donde incluso sus alter ego Gran Jefe Un lado del Cielo o Billy The Kid paseando por la ciudad. En una tercera parte se aprecia su visión de la poesía a través del dibujo. En este espacio los visitantes podrán escribir o dibujar con plumones y expresar sus propios poemas o ideas en unos cuadernos.
La exposición incluye piezas como la tesis para el grado de doctor de Nicolás Yerovi, donde analiza los cuadernos de Luis Hernández, así como un casete con una entrevista al poeta, además de la primera reunión de los cuadernos del poeta en una edición artesanal y artículos sobre su obra. También se puede apreciar un cuadro del artista Jaime Domenack.
La cuarta zona de la exposición es La armonía de las esferas que presenta la cercana relación del poeta con la música. Aquí se aprecian algunos vinilos, además, de cuadernos con versos del escritor sobre su relación con la música. Así como mesas donde se puede interactuar con ediciones facsimilares de cuadernos del poeta. En una de las vitrinas hay un batán realizado por el artista Carlos Runcie Tanaka y adornado con la letra de un poema.
En esta zona hay dos listas con los tops 15 musicales de Luis Hernández, tanto en música clásica como en música popular.
En esta sección el público podrá escuchar la conversación de Nicolás Yerovi con Luis Hernández realizada en agosto de 1975. Además, hay un video con una selección de cuadernos inéditos y otro con la proyección completa del rollo de papel con versos, que pertenece al poeta Omar Aramayo y que contiene dibujos y poemas de Luis Hernández, quien escribió en el papel durante uno de sus cumpleaños. En el centro de la exposición se puede ver el rollo de papel de forma física.
La exposición se realiza con la colaboración de la familia Hernández Camarero y de la editorial Pesopluma.
La muestra podrá visitarse hasta el domingo 27 de agosto de 2017, en el horario de martes a domingo de 10:00 a.m. a 7:00 p.m. Ingreso libre.
La escritora Beatriz Zegarra cuenta la historia del rollo de papel con poemas de Luis Hernández.
Video y fotos de la inauguración