El día de hoy se cumplen 116 años del nacimiento de uno de los más grandes poetas cubanos de todos los tiempos: Nicolás Guillén (1902 – 1989). Te invitamos a disfrutar del sentir y la musicalidad afrolatina en un imponente libro que reúne los mejores poemas de su trayectoria: Antología mayor (Letras cubanas, 2008).
Por Antonio Chumbile, Biblioteca Mario Vargas Llosa
El movimiento de las vanguardias de los años veinte fue uno de los fenómenos más interesantes y potentes del arte hispanoamericano. Solamente en el Perú, gracias al genio de maestros como Vallejo, Mariátegui o Churata, el ímpetu vanguardista tuvo repercusiones muy trascendentes a nivel artístico, social y cultural que hasta ahora nos dejan admirados. Buena parte de estos aportes buscaron asimilar el sentir de nuestros pueblos hasta traducirse en el indigenismo. De forma similar ocurrió en México con el estridentismo o en Argentina con el ultraísmo, cada uno presentando sus propias particularidades. De esta manera la identidad literaria de muchas regiones latinoamericanas se fueron consolidando. Cuba, por supuesto, no podía dejar de estar presente así que se manifestó a través del ‘negrismo’, un intenso movimiento literario cuya popularidad se debió a otro gran maestro: Nicolás Guillén.
Nicolás Guillén (1902 – 1989) nació en la ciudad Camagüey en una época en la cual el racismo y la diferencia de clases sociales eran bastante críticos. Desde muy joven se sintió motivado a retratar y denunciar estos problemas desde la escritura mediante artículos en periódicos y revistas. Sin embargo, es en la poesía donde encuentra el medio perfecto para compartir las costumbres, alegrías y pesares de la comunidad negra de Cuba. A partir del libro Motivos de son (1930) presentaría un inconfundible estilo donde los poemas recogen el habla coloquial de los cubanos y claman por ser recitados o cantados al ritmo de los sones afrolatinos: “Ay, negra / si tu supiera! / Anoche te bi pasá y no quise que me biera. (…) Sóngoro cosongo, / songo be; / sóngoro cosongo / de mamey…” (p. 24). Como en todo gran poeta, su obra se fue ampliando progresivamente en ritmos, temas y estilos, tal como lo demuestran otros libros memorables como Sóngoro cosongo (1931), West Indies, LTD (1934) o El son entero (1947). Esta evolución de su poética se puede reconocer y disfrutar en Antología mayor (Letras Cubanas, 2008), libro en el cual se reúnen los poemas más destacados de su amplia trayectoria.
El libro Antología mayor nos propone un intenso recorrido desde los primeros poemas modernistas de Nicolás Guillén hasta los últimos poemarios en los cuales ya presentaba un interés más cosmopolita, aunque manteniendo siempre su compromiso social y su buen oído para dotar de musicalidad a sus versos, aun prescindiendo de las rimas. Como ya lo mencionamos, es a partir del poemario Motivos de son que el estilo de Nicolás Guillén dejará a un lado los límites de la métrica y entregará su rima al servicio del habla y del son afrolatino, en especial de la comunidad mulata de Cuba. A través del constante uso de jergas, coloquialismos y onomatopeyas, Guillén va develando el racismo, clasismo y la explotación que sufren muchos cubanos a causa del imperialismo estadounidense de aquellos años. Esto no impide que sus poemas lleguen al lector con algunos matices de humor y ternura: “…convoca al negro y al blanco, / que bailan el mismo son, /cueripardos y almiprietos / más de sangre que de sol, / pues quien por fuera no es noche, / por dentro ya oscureció. /Aquí el que más fino sea, / responde, si llamo yo.” (p. 32)
Por supuesto, en esta antología tampoco faltan los poemas más famosos del autor: “Canto negro”, “Adivinanzas”, “Caña” o los populares versos “Me matan, si no trabajo, / y si trabajo, me matan; / siempre me matan” (p. 56). Éste canto es ingeniosamente introducido en el libro West Indies, LTD junto a otros poemas populares mediante interludios que son presentados muy alegremente: “Cinco minutos de interrupción. La charanga de Juan el Barbero toca un son”. De esta manera, en un mismo libro pueden convivir poemas de formas convencionales y otros donde predomina el contagiante ritmo de la música negra.
Nicolás Guillén fue un poeta muy sensible y ambicioso. La presente antología nos permite notar, por ejemplo, su constante preocupación por los conflictos sociales en Cuba y en el resto del mundo. La cantidad de poemas dedicados a los soldados de la Guerra Civil española (p. 73) o al Che Guevara (p. 259) así lo pueden demostrar. Su poesía también se ocupó de otras realidades que conoció en distintos países hispanoamericanos: Guatemala, Puerto Rico, Brasil, Venezuela, Colombia. En muchos de estos casos su poética logra ir más allá del canto para compartirnos otras costumbres y mitos con los cuales busca hermanar nuestras raíces latinas y africanas. Finalmente, por si fuera poco, la ternura que siempre acompañó al poeta le sirvió también para incursionar en la poesía infantil (págs. 128 y 136) de forma muy notable. Claramente, se trata de un poeta que trascendió aportando mayor diversidad a nuestra identidad latinoamericana gracias a su buen oído para atrapar el vaivén sonoro nuestros pueblos afrodescendientes.
El libro Antología mayor de Nicolás Guillén forma parte de nuestra Colección de Literatura Hispanoamericana y se encuentra disponible en la Biblioteca Mario Vargas Llosa de la Casa de la Literatura Peruana. Pueden consultar el texto gratuitamente de martes a domingo de 10:00 am. a 7:00 pm.