La publicación destacada esta semana en la Biblioteca Mario Vargas Llosa de la Casa de la Literatura Peruana (Jr. Áncash 207, Centro Histórico de Lima) es el libro Epístola a los transeúntes. Crónicas & artículos periodísticos (PUCP, 2001), del poeta peruano Eduardo Chirinos, recientemente fallecido.
Por Bruno Ysla Heredia
La semana que pasó nos dejó el escritor Eduardo Chirinos (1960 – 2016), poeta de la Generación de la década de 1980, maestro y entusiasta de la difusión de la literatura, especialmente, la poesía; en ese sentido, hace un año, en enero de 2015, dictó, durante dos días, el Taller de lecturas para jóvenes poetas en la Casa de la Literatura, donde a manera de un conversatorio comentó temas relacionados con la creación literaria: la métrica, el silencio, la tradición literaria, las artes plásticas y las ciencias.
La obra de Chirinos no sólo abarcó la poesía, sino también el ensayo. Una muestra de ello es su libro Epístola a los transeúntes. Crónicas & artículos periodísticos (PUCP, 2001), una selección de textos sobre la que escribió:
“La mayor parte de las crónicas que conforman esta miscelánea fueron escritas entre mayo de 1991 y octubre de 1992, cuando tenía a mi cargo la sección Letras de la revista Meridiano de Lima.
Durante ese año y medio me desvelé todos los domingos (el plazo de entrega se vencía el lunes) para escribir una página sobre cualquier tema que me interesara y lograra interesar también a los lectores. Fue así como, semana a semana, empezaron a aparecer textos cuya unidad se organizaba de acuerdo con el calendario de la revista, pero también con los insospechados designios de lo que suele llamarse «diario de escritor». Nunca tuve el tiempo ni la disciplina para sentarme a escribir un diario, pero me gustaba pensar que algunas de esas páginas podrían conformar, andando el tiempo, una «silva de varia lección».”
Los ensayos reunidos en este libro, dedicado a su esposa Jannine Montauban, evocan de una manera cálida, sencilla y directa, a autores literarios como Ruben Darío, José Santos Chocano, Ramón Gómez de la Serna, Vicente Huidobro, Emilio Adolfo Westphalen, entre otros. Pero también comentan diversos temas, como el gusto de Chirinos por el grupo musical The Beatles, su recuerdo de la canción Pata Pata de Miriam Makeba, su aversión por la práctica de cualquier deporte, lo que no le impidió apreciar en otro ensayo a la selección peruana de fútbol en el mundial de México 70, o recordar a los poetas que han dedicado algún texto a ese deporte, o hablar sobre la etimología de la palabra adefesio (a partir de la opinión de su abuelita sobre su primer poemario: “¡Qué capacidad tiene este muchachito para escribir tantos adefesios en un libro tan chiquito!”), o cómo casi pierde la vida absorbido por la lectura de Rayuela de Julio Cortázar, o sobre la higiene y los excrementos, etc.
Así, como decía Eduardo Chirinos, leo estos ensayos como una especie de memoria íntima y observo cómo a través de los gustos y las lecturas se (re)construye la propia vida.
Visite la Casa de la Literatura y los diversos espacios y actividades que ella le brinda. Visite también la Biblioteca Mario Vargas Llosa, y conozca o recuerde los ensayos y poemas de Eduardo Chirinos. La literatura es vida. Recuerde nuestro horario: 10:00 a.m. a 7:00 p.m. El ingreso a la Biblioteca, como a todas las actividades de esta Casa, es libre, sólo es necesario mostrar el DNI.