Mañana 30 de noviembre, a las 6:30 p.m., se presenta el libro “Conversaciones con el mar”, nueva publicación del escritor Teofilo Villacorta Cahuide. El ingreso es libre.
Teofilo Villacorta Cahuide (Aija -Ancash- Perú 1966),artista polifacético que ha optado por incursionar en terrenos diversos, como la plástica, la poesía y la narrativa. Estudió en la Escuela Nacional Superior Autónoma de Bellas Artes del Perú (Lima) y en la Escuela Superior de Formación Artística de Ancash (Huaraz). Como artista plástico ha expuesto sus obras en diferentes lugares del Perú y el extranjero.
Es autor de los poemarios Flores en mi celda (1999), Nostalgia desde los escombros (2001) y Marea de sombras azules (2009). Reunió sus primeros cuentos en el volumen Aventuras en marea caliente (1997) y en De color rojo (2003). Ha sido antologado en 21 poetas del XXI de Manuel Pantigoso (Universidad Ricardo Palma) y Siluetas del tiempo de Pedro López Ganvini (Universidad Inca Garcilaso de la Vega). En el 2007 obtiene el Tercer Premio Nacional de Poesía “Escribas Muchik”. En el 2009 Segundo Premio Nacional de Novela Corta “Premio Horacio 2009” (con la obra El mar en los ojos de la niña Buenaventura) y en el 2010 Primer Premio Nacional de Cuento “Premio Horacio 2010” (con la obra Volver al mar como en los sueños) Poemas suyos han aparecido en medios literarios del país como: Remando, Puerto de oro, Kordillera, La Industria y El Rincón del loco; mientras que sus cuentos pueden leerse en la revista electrónica El Ornitorrinco, en la antología regional Ancash. Cuentos infantiles (Ediciones Altazor), y en la colección de cuentoseróticos La santa cede (Río Santa Editores). Ha participado en los Encuentros de Escritores desarrollados en diversos lugares del país. Recientemente participo en el 16 Festival de Poesía de La Habana – Cuba.
La poesía siendo la actividad más cercana a la entrevisión, a las formas más sensibles y asombrosas de enunciar con la palabra lo maravilloso, como lo más espantoso, tiene en la pluma de Teófilo Villacorta un domeñador de la palabra que conjuga muy bien una fina lírica, con el cincelamiento racional de la imagen poética, su trabajo además evidencia a un ciudadano afligido y esperanzador desde la pulpa huesuda de su país. En otro momento en el libro el poeta alude a la contaminación que inundan mares y ríos: “Mientras sigo en el muelle intentando encontrar / la palabra detenida en la boca del tiempo / miro las aves crucificadas en el aire / y pregunto si existe un cementerio para ellas ¿O es el osario pestilente de basura su última morada? Las cruzadas a favor de un ambiente sano, es un mérito que subyace de los amores desarropados, del sarro dulce de los recuerdos, de los cataclísmicos abismos donde el corazón se alza, y que pareciera repalpitar en los versos burilados de Teófilo Vilacorta Cahuide.
Boris Espezúa Salmón.