Conversamos con el historiador del arte Octavio Santa Cruz, sobrino de Victoria y Nicomedes Santa Cruz, sobre la importancia de estos dos difusores de la cultura afroperuana. La Casa de la Literatura Peruana les rinde homenaje con una exposición que podrá visitarse hasta el domingo 17 de abril. Más información sobre la muestra aquí.
¿Cuál diría que ha sido el principal aporte hecho por Victoria y Nicomedes Santa Cruz?
Esto hay que verlo en dos aspectos. El primero, el formal, el de los hechos en sí, que se centra en su actividad dentro del folclore. En el caso de Nicomedes, él comienza revalorando las décimas, pues estaban en proceso de olvido a mitad del siglo XX. Por su parte, Victoria en el folclore revitalizó las danzas afroperuanas que estaban en proceso de olvido. Por ejemplo, casi nadie conocía la zamacueca, el landó o el alcatraz, y ella realiza versiones remozadas. En ese sentido, la labor de ellos se centró en el rescate del folclore, de las décimas, de las canciones y de los bailes.
Por otro lado, todo esto tiene una repercusión en la trascendencia, en la acción de las personas de la comunidad afroperuana, que al tener una presencia nueva en la sociedad hacen caer sobre su grupo la atención, y adquieren visibilidad, pues antes de ello el sujeto negro estaba en proceso de invisibilización. Mucha gente desconoce, por ejemplo, que los Húsares de Junín eran negros o que las grandes revoluciones han estado sostenidas por grupos negros.
Ellos dos, además, han sentado las bases o raíces para que la cultura afroperuana continúe revalorándose
Sí, hay una serie de aspectos, pero quisiera resaltar el familiar. En el caso de los hermanos Santa Cruz, allí están Rafael, quien era torero (nota: padre del fallecido actor y músico del mismo nombre), César, el músico, tanto como Victoria y Nicomedes. Esto muestra que desde la casa pueden cultivarse ciertas expresiones artísticas. Mi padre, Fernando, fue uno de los hermanos mayores, que aunque tuvo poca actividad artística escribió una obra de teatro, aunque su posición fue más política en los años 50.
¿Cuál sería la mejor forma de definir a Victoria y Nicomedes Santa Cruz? Se les suele llamar “difusores de la cultura afroperuana”
Yo diría que ellos han sido revitalizadores, porque ellos investigaron, crearon y divulgaron la cultura afroperuana.
¿Aún hay material inédito que hayan dejado los hermanos?
Yo acabo de presentar en el Icpna un espectáculo que se llamó “Los Santa Cruz hoy”, y estuvimos acompañados por varios integrantes del Conjunto Nacional de Folclore conformado por Victoria en el año 1967. Estuvo Carlos Ayala en la guitarra, y Marcela Pardón, quien cantó una canción inédita compuesta por Victoria en el año 1957. Yo tenía los originales de este panalivio y los trabajamos con Marcela.
Los materiales de Victoria y Nicomedes que estarán en exposición, ¿de dónde provienen?
Bueno, Pedro Nicomedes (hijo de Nicomedes), desde España, ha enviado material fotográfico, y yo por mi parte el material que hemos podido conservar, como un manuscrito de Nicomedes, un vestuario de Victoria. No tenemos un gran archivo documentado. De Nicomedes hay más cosas en España, donde radicó hasta su muerte.
¿Diría que el trabajo de los hermanos Santa Cruz se ha valorado lo suficiente?
Se debe y se puede saber más de ellos. En el caso de Nicomedes Santa Cruz, en el extranjero se han realizado varias tesis sobre él. ¡En el extranjero! Esto es un ejemplo de cómo los peruanos estamos siempre en ese déficit. En el caso de Victoria también hay mucho por conocer, pues si bien en el Perú se la recuerda como directora del Conjunto Nacional de Folclore, profesora de ritmo y marinera, pero muy pocos saben lo que hizo ella como directora de teatro en Carnegie Mellon (Estados Unidos), donde formó promociones de gente que estudia e investiga el teatro. Eso no se sabe aquí.