El Premio Cervantes de Literatura instituido en España en el año 1976 es considerado el más presitigioso galardón de las letras ibeoroamericanas. Entre la nómina de los galardonados se encuentran escritores hispanoamericanos de la talla de Jorge Luis Borges, Octavio Paz, Augusto Roa Bastos, Ernesto Sábato, Carlos Fuentes, Mario Vargas Llosa, Guillermo Cabrera Infante, Juan Gelman, por mencionar solamente algunos nombres canónicos. Entre los españoles destacan figuras como Dámaso Alonso, Rafael Alberti, Camilo José de Cela, Juan Marsé y Ana María Matute.
Este galardón se otorga como reconocimiento a la trayectoria literaria de un escritor y en este año 2011 lo ha obtenido merecidamente el poeta chileno Nicanor Parra (1914) dueño de una longeva vida plena de poesía quien a sus 97 años está coronando su vida literaria con este galardón considerado como el Nobel de las Letras en español . Parra es una de las voces más originales y renovadoras de la poesía hipanoamericana de mediados del siglo XX, especialmente al haber creado el denominado “antipoema”.
El antipoema es realmente un tipo de poesía caracterizada por el empleo de un lenguaje cotidiano y una mordaz ironía. El mismo Parra definió la antipoesía en un texto poético titulado «Test»: «Qué es la antipoesía:/ Un temporal en una taza de té/ Una mancha de nieve en una roca?/Un azafate lleno de excrementos humanos/ Como lo cree el padre Salvatierra/ Un espejo que dice la verdad/…Marque con una cruz/La definición que considere correcta».
El jurado ha destacado su trascendencia lírica con estas palabras: «por su capacidad para crear e investigar nuevos lenguajes poéticos y ofrecer una poesía tan variada y distinta, y por su iniciativa en crear la llamada “antipoesía”». Entre los fervorosos lectores de su obra se encuentra Harold Bloom, el crítico literario más prestigioso a nivel mundial, quien ha escrito sobre Parra: «poeta esencial de las Tierras del Crepúsculo»
Su trayectoria poética empieza con el libro Cancionero sin nombre (1937), sin embargo, su obra alcanzaría notoriedad e impacto a nivel hispanoamericano con la edición de su libro más prestigiado Poemas y antipoemas (1954). Su lenguaje coloquial, la expresión sencilla, el manejo de la ironía y la forma iconoclasta de concebir la poesía constituyeron una escritura poética alejada del hermetismo vanguardista. En los últimos años el sello editorial español Círculo de Lectores ha iniciado la compilación de sus obras completas tan apreciadas por los fervorosos lectores de poesía.