A los 96 años, Leoncio Bueno escribe casi todos los días. Lo hace a mano, en un cuaderno, y luego los pasa a la máquina de escribir. Tras corregir sus escritos —proceso que para él nunca acaba— su hija Gladys los tipea en la computadora y posteriormente los publican en ediciones artesanales que don Leoncio vende a sus amigos y conocidos. En cantidad, estos libros superan a las obras lanzadas oficialmente.
A continuación les presentamos una breve reseña de los primeros libros publicados por el autor que el viernes 22 de abril, a las 7 p.m., recibirá la máxima distinción de la Casa de la Literatura Peruana en mérito a su trayectoria y a la calidad de su obra.
- AL PIE DEL YUNQUE (1966)
Los primeros poemas de Leoncio Bueno fueron publicados por primera vez en 1943 en la revista Hora del hombre, sin embargo recién en 1966 aparece su primer libro titulado Al pie del yunque. El nombre alude a su condición de obrero de construcción y textil. Los poemas de este libro fueron escritos cuando Bueno estuvo recluido en la isla El Frontón. El poeta desarrolla temas como el de la lucha social, que se evidencian en el poemario Sinfonía roja; la familia, como en los poemas Reflexiones ante la cuna, Carta a mi madre en el día de su cumpleaños y Carta a mi hijo Víctor cuando tenía cinco años; así también el trabajo en el campo con su emblemático poema A un buey.
En 1968 publicó su segundo poemario titulado Pastor de truenos, libro que, al igual que Al pie del yunque, tiene una carga ideológica combinada con sentimientos de soledad, encierro y nostalgia familiar. El encierro que sufre Bueno se manifiesta en poemas como Fuente océano o La isla de la meditación, entre otros.
La madurez poética de Leoncio Bueno se presenta en poemarios como Invasión poderosa (1970), publicada justo cuando el autor cumple 50 años. Su voz poética se asume como “montaraz”, “garañón” y “tozudo”, como lo señala la investigadora Milagros Carazas. El título del libro pone énfasis en el migrante, que no solo se apropia de terrenos sino que construye sus viviendas en los arenales, por entonces una zona inhóspita.
En 1976 aparece publicado Rebuzno propio. La dicha de los dinamiteros, poemario con el que obtuvo una mención honrosa en el Premio Nacional de Poesía (1973) y otra mención similar en el Premio Casa de las Américas, de Cuba, en 1975. El poema que da título al libro apareció alguna vez con el subtítulo de Asnografía y luego como Arte poética, esto último debido a que el autor trata de definir la poesía y su quehacer creativo. Este poema fue celebrado por los poetas Carlos Germán Belli y Arturo Corcuera, especialmente este último, quien presentó el libro a los dos concursos anteriormente mencionados.
En La guerra de los runas (1980) se observa la presencia de poemas con títulos emblemáticos como “Wayno del recuerdo”, “Wayno de los dinamiteros”, “Wayno de los hambrientos”, entre otros. Lo innovador aquí es la apertura del elemento andino con la palara “wayno”, expresión musical de los andes. También está presente su taller El Túngar, donde se dedica a la recarga de baterías y que a la vez se convierte en centro de reunión de escritores e intelectuales.
Desde la década de 1980, y debido a problemas económicos, Leoncio Bueno empieza a publicar sus poemas en ediciones artesanales que fue distribuyendo de manera directa a amigos y conocidos. Pasaron más de 30 años para que en 2014 publicara Memorias de mi desnudez, primera parte de su obra completa. Bajo la edición de Renato Sandoval, el libro reúne sus producciones anteriores más cuatro poemarios inéditos. Fue la primera vez que Bueno realiza una presentación pública de algún libro suyo y el evento se realizó en la Casa de la Literatura Peruana.
También en 2014 publicó Cantos al sol de Cieneguilla, un poemario donde celebra la amistad con el escritor y poeta Renán Vargas Calderón, pero a la vez es un canto a la belleza natural de Cieneguilla, a su historia, sus mujeres y su verdor.
Más sobre el poeta Leoncio Bueno, Premio Casa de la Literatura Peruana 2016