El Segundo Concurso de Microrrelatos Bibliotecuento organizado por la Biblioteca Mario Vargas Llosa de la Casa de la Literatura Peruana tuvo un total de 232 participantes de diversas partes del país, de los cuales se premió a 3 menciones honrosas, al segundo puesto y al ganador.
La ceremonia de premiación contó con la presencia de Liliana Polo, coordinadora de la Biblioteca Mario Vargas Llosa; Rebeca Urbina, miembro del jurado e integrante de la Sala de Literatura Infantil Cota Carvallo; además, de los escritores Ricardo Sumalavia y Christian Solano.
La poeta Rebeca Urbina presentó los cuatros criterios bajo los cuales se juzgaron los relatos participantes. Estos fueron: calidad literaria; originalidad y creatividad; relato vinculado a la biblioteca; y por último, una adecuada ortografía y redacción.
El investigador y escritor Ricardo Sumalavia dio una breve acercamiento hacia la microficción y aseguró que es “un género autónomo”. “Se apropia de varios elementos de la narrativa, del cuento, pero no solo del cuento, sino también de otras formas en prosa como el ensayo, la reflexión, el aforismo, además, del lenguaje poético”, indicó.
Ricardo Sumalavia precisó que en nuestro país aún no hay una tradición en este género. “(La microficción) es un género literario que en nuestro país todavía está en desarrollo. Estos concursos van mostrando, visibilizando a autores preocupados por el género”, apuntó.
El escritor Christian Solano comentó sobre los relatos ganadores: “La originalidad y creatividad han sido determinantes”. Indicó que prueba de ello que los cinco relatos premiados tienen animales en sus microcuentos a pesar que la temática del concurso era relacionada a la biblioteca.
“Dentro de los ganadores está el humor, la ironía, que también puede ser humor negro. Esto está tanto en Confesión como en Modernidades. Otro punto a destacar es la fluidez de sus textos frente a otros relatos”, añadió Ricardo Sumalavia.
Video de la ceremonia:
Ganadores
El primer lugar del concurso fue para Pablo Ignacio Chacón Blacker, quien trabaja en la generación de contenidos web. Ha sido finalista del XI Bienal de Cuento Premio Copé 2000, en el Premio Internacional de Cuento Juan Rulfo 2011 (Francia), y en el XI Concurso Literario Bonaventuriano de Cuento 2015 (Colombia). Se presentó con el seudónimo de Isóptero y ganó con el relato Confesión.
El segundo puesto fue para el ingeniero electrónico Alejandro Estrada Mesinas, quien ha publicado novelas y obras de teatro. Ha sido finalista del Premio Copé de Cuento (1985, 1987 y 1989); Mención especial en el concurso “El cuento de las 1000 palabras” (1983); finalista del Premio Copé de Novela (2014), entre otros concursos. Se presentó con el seudónimo de Klinodactilius y ganó con el relato Modernidades.
Mención honrosa:
En el concurso se eligieron tres menciones honrosas fueron: Ronald Edgar Calderón Huanacuni, cuyo seudónimo es REDGAR y su relato es Un libro rojo; Pedro Daniel Gutiérrez Ventocilla, cuyo seudónimo es Guillermo Hotel y su relato es La cena; Ricardo Javier Calderón Inca, cuyo seudónimo es Mr. Libérrimo y su relato es Todavía estaba allí.
Entrevista al ganador