Este 06 de octubre se cumplen 98 años del fallecimiento de uno de nuestros escritores más originales: Ricardo Palma. Entre sus más de 400 tradiciones, la biblioteca Mario Vargas Llosa ha escogido una singular recopilación: Tradiciones chalacas (Altazor, 2007).
Por Antonio Chumbile, Biblioteca Mario Vargas Llosa
El presente libro es una selección de los relatos de Tradiciones peruanas en los cuales Ricardo Palma ha tenido como escenario o referencia a la emblemática Provincia Constitucional del Callao. Representa un texto imprescindible para el ciudadano chalaco y para todo aquel que desee conocer más sobre la identidad y sucesos históricos que rodearon a nuestro Primer Puerto. La selección de tradiciones estuvo a cargo del poeta Antonio Sarmiento.
Durante mucho tiempo, el puerto del Callao fue el principal nexo entre Lima y gran parte de Europa. Esto la convertía en un punto especial donde confluían comerciantes, piratas, celebridades y militares. Resulta inevitable pensar que en este constante ir y venir no hayan surgido gran cantidad de interesantes anécdotas y curiosos personajes históricos. Definitivamente, este puerto ha sido una de las más importantes fuentes de inspiración de Ricardo Palma. Las Tradiciones chalacas (Altazor, 2007) son una clara muestra de ello.
Como si se tratara de una efusiva bienvenida, el libro inicia con el artículo “Callao” y “chalaco”, el cual escribiera Ricardo Palma a partir del año 1885, a petición de los diarios “El País” y “El Callao”. Es una exquisita muestra de las grandes dotes de investigador que tuvo el escritor peruano, quien nos expone cómo ha rastreado detenidamente los posibles e imposibles orígenes de las palabras “callao” y “chalaco” en varias bibliotecas nacionales y extranjeras.
Las primeras ‘tradiciones’ que aparecen en el libro siguen una de las formas más frecuentes en los relatos de Ricardo Palma: explicar el origen de un objeto, nombre o costumbre popular. En esta línea, se inscriben las tradiciones “Historia de unas columnas”, “El tamborcito del pirata” y “Mogollón”. En el primer texto nos enteramos de que las columnas del Templo de Nuestra Señora de Merced estuvieron antes en el fondo del mar chalaco y fueron devueltas a la orilla después de un año (p, 32). En “El tamborcito del Pirata” se explica cómo un pequeño tambor de guerra llegó al altar de la Virgen del Rosario (p.41). En “Mogollón”, la vida de carencias y penurias de Francisco Mogollón, alias “Sanguijuela”, explica el origen del nombre de la antigua calle chalaca donde se residía. Muchas de estas narraciones son una elegante muestra de los saberes y temas que Palma gustaba de fusionar en sus tradiciones: la guerra, la religión, el humor, la crónica y la investigación histórica
Ricardo Palma reconocía tener algunas obsesiones por los hechos bélicos de antaño. Esto motivó algunas de sus tradiciones más populares: “La salaverrina”, “Un ventrílocuo” o “El primer cónsul inglés”. En estos dos últimos, la Fortaleza del Real Felipe sirve como imponente escenario de conspiraciones, ataques y resistencias durante la Independencia y el Virreinato.
Especial interés nos producen los párrafos de “Conversión de un libertino” (p.43), donde se recuerdan los pormenores al trágico terremoto del 28 de octubre 1746, en el cual Callao sufrió el paso de un maremoto. De esta catástrofe, Don Juan de Andueza quedaría como uno de los pocos sobrevivientes y testigos. Esto lo llevaría a convertirse de un bailarín y conocido libertino a uno de los más devotos de la Iglesia.
Finalmente, destacamos la épica tradición “La proeza de Benites” (p.115), en la cual un joven capitán del estado, bajo órdenes de Salaverry, se enfrenta temerariamente, entre balas y canciones, a los montoneros, liderados por el bandido Mundofeo. Para esta sangrienta lucha sirve de escenario el distrito de Bellavista que, en aquel tiempo, solo representaba una pequeña cantidad de pobladores y reducidos campos. Como dato curioso, exactamente tres años antes del fallecimiento de Ricardo Palma, se crearía legalmente el distrito de Bellavista el 6 de octubre de 1915. Lima y el Callao crecían rápidamente mientras su historia ya había sido inmortalizada en las Tradiciones peruanas.
Los relatos reunidos en Tradiciones chalacas nos permiten disfrutar del placer de la lectura y fortalecer nuestra identidad al mismo tiempo. Es una buena oportunidad para releer a Ricardo Palma y recordar que un pueblo se mantiene en la memoria colectiva no solo gracias a sus calles, fotografías o esculturas, sino también gracias a sus libros.
El libro Tradiciones chalacas de Ricardo Palma pertenece a la colección Literatura Peruana de la Biblioteca Mario Vargas Llosa de la Casa de la Literatura Peruana y la pueden consultar gratuitamente de martes a domingo de 10:00 am. a 7:00 pm.