Los invitamos a releer uno de los más singulares hitos de nuestra tradición poética: Noches de adrenalina (1981) de Carmen Ollé, Premio Casa de la Literatura 2015.
Por Antonio Chumbile, Biblioteca Mario Vargas Llosa
La variedad y calidad de la tradición poética peruana le debe mucho a los libros que, curiosamente, buscaron transgredirla y cuestionarla. Poemarios como Trilce, La tortuga ecuestre o Contranatura fueron considerados en su momento textos incómodos y desconcertantes que planteaban nuevos retos a sus lectores. Aunque ahora los consideremos como hitos ineludibles de nuestra tradición, todavía siguen generando sorpresa y desconcierto en cada nueva generación. Allí la magia de su poesía. Tal es el caso del libro Noches de adrenalina de la poeta, narradora y crítica literaria ganadora del Premio Casa de la Literatura Peruana 2015, Carmen Ollé (Lima, 1947).
Publicada en 1981, Noches de adrenalina (Peisa, 2014) irrumpió en nuestra tradición con varios cuestionamientos urgentes y necesarios. Si bien por aquellos años la escena poética se había expandido en gran medida gracias a grupos como Hora Zero y Kloaka, que lograron integrar las voces de escritores provincianos y de clase media o baja, aún existían muchos pendientes que resolver en el canon literario peruano. Uno de estos grandes pendientes era la poca visibilidad que se otorgaba a la poesía escrita por mujeres. Blanca Varela y Magda Portal eran reconocidas como importantes referentes pero aún “se respiraba en el aire” el hecho de que las voces masculinas contaban con mayor recepción. Noches de adrenalina remeció este contexto por su contundente propuesta estética que abordaba sin tapujos temas como la sexualidad, lo escatológico, el erotismo y la crítica a la cultura occidental. Por supuesto, estos temas son atravesados por una compleja y profunda voz femenina que constantemente interpela al lector desde su lugar de enunciación, desde su “lírica verde de bella subdesarrollada” (p. 7).
Es casi imposible quedar indiferente a este poemario. Desde las primeros versos nos sumerge en los conflictos de una mujer que debe enfrentar los prejuicios de una ciudad acostumbrada a los silencios y murmullos: “Tener 30 años no cambia nada a salvo aproximarse al ataque/ cardíaco o al vaciado uterino. Dolencias al margen/ nuestros intestinos fluyen y cambian del ser a la nada.” (p. 7). Como se ve en este fragmento, a lo largo de los más de veinte poemas del libro, Carmen Ollé logra condensar un estilo muy potente que logra reunir y mezclar varios discursos: testimonial, irónico, científico, político, hiperrealista e incluso varias dosis humor negro.
La gran cantidad de estudios y lecturas que se han realizado sobre Noches de adrenalina se han encargado de demostrar que se trata de un libro que va más allá de la poesía confesional o la llamada “poesía del cuerpo”. Carmen Ollé hace un recorrido sumamente crítico por los distintos discursos occidentales que continúan condicionando diariamente nuestras mentes y nuestros cuerpos: “El pensamiento y el flujo:/ estoy aquí agotada en espera del ritual/ la retención de las ideas corresponde a los flujos/ reprimidos” (p.53).
Noches de adrenalina es un libro imprescindible para comprender los distintos caminos y tendencias que conforman la tradición poética latinoamericana. No es casual que Blanca Varela, otra poeta mayor de nuestras letras, haya manifestado que antes de su lectura no había conocido entre nosotros a un autor que “se atreva a mostrarse en tan oscura intimidad consigo mismo” (Varela, 2006: 73).
El libro Noches de adrenalina de Carmen Ollé forma parte de nuestra Colección de Literatura Peruana y se encuentra disponible en la Biblioteca Mario Vargas Llosa de la Casa de la Literatura Peruana. Pueden consultar el texto gratuitamente de martes a domingo de 10:00 am. a 7:00 pm.