Libro de la semana: “Ñahuin”, de Eleodoro Vargas Vicuña

(Foto: Tom Quiroz)
(Foto: Tom Quiroz)

Este 11 de abril se cumplen 22 años del fallecimiento de uno de los más importantes narradores de la Generación del 50: Eleodoro Vargas Vicuña (1924-1997). Te invitamos a releer Ñahuin (1953), un libro fundador de la narrativa peruana que reúne sus primeros cuentos.

 Por Antonio Chumbile, Biblioteca Mario Vargas Llosa 

Por su breve pero contundente producción literaria, su poca aparición en los medios y su innegable talento y singularidad, Eleodoro Vargas Vicuña (1924-1997) podría considerarse como un autor de culto. Nacido en Cerro de Pasco pero criado y marcado por el resto de sus días en el distrito de Acobamba en Tarma, Eleodoro Vargas Vicuña es uno de los narradores más representativos de la conocida Generación del 50. Si bien esta generación contó con una gran cantidad de narradores y poetas espléndidos, Vargas Vicuña supo destacar con un peculiar estilo narrativo que fusionó el castellano con la oralidad indígena mediante un lenguaje intensamente poético y sugerente. Estas y muchas otras cualidades se hicieron presentes desde su primer libro de cuentos, el cual fue publicado inicialmente con el título de Nahuín en 1953.

La versión definitiva de los cuentos de Eleodoro que ahora conocemos proviene de la edición de Milla Batres, publicada en 1976, en la cual reunió todos sus relatos bajo el título de Ñahuin. Narraciones ordinarias, 1950-1975. La elección y modificación de esta palabra quechua como título para toda su obra en prosa revela la importancia de su primer libro y del marcado sentir andino que retrata. Según el propio autor, “Ñawi es el fruto primero, lo inicial en el orden de la creación, las primeras hojas. Nahuín sería entonces una sobrada voluntad de respuesta como el frescor de la yerba cristalina jugando con el agua viva”. Desde entonces, Ñahuin (INC, 2005) sería el título definitivo para este primer conjunto de relatos con los cuales Eleodoro Vargas Vicuña motivaría a que gran parte de la crítica literaria reconozca la aparición de un neoindigenismo en el Perú.

Ñahuin reúne ocho breves relatos que nos trasladan a las comunidades campesinas de la sierra central peruana mediante un expresivo lenguaje que aúna la poesía y la oralidad andina. Mediante estos elementos, Vargas Vicuña logra sumergirnos en una atmósfera mítica y rural  que bien podría calificarse de realismo mágico. Las creencias, los mitos y los muertos habitan sus relatos casi tanto como los vivos. Además, por si fuera poco, sus descripciones y escenas retratan con mucha sensibilidad los grandes temas universales: la muerte, el nacimiento, el dolor, la naturaleza, el destino.

De Ñahuin se desprende el clásico relato “Esa vez del huaico” (p. 65) donde se evidencia la superioridad de la naturaleza sobre el hombre y la tragedia como una constante amenaza en su vida. Sin embargo, también podemos encontrar otros relatos que fácilmente podrían incluirse en cualquier antología de cuentos, tales como “La mañuca Suárez”, “Chajra” o “El traslado”. En este último relato, por ejemplo, desde la primera línea se nos anuncia el ambiente mítico y trágico en que nos envolverá su historia: “Cambiamos de lugar aún después de muertos” (p. 45). Otra muestra de este mundo tejido por Eleodoro lo podemos encontrar en el cuento “En tiempo de los milagros”, donde el narrador nos cuenta: “Según el tiempo que transcurre, existen espíritus malignos. Digo porque ahora ya no se ven. Ni siquiera los viejos que están rozándose con la muerte a cada rato pueden verlos. Antes, cuando estábamos en la escuela, todos teníamos esas visiones. Quién no hablaba de ellos como de la historia o del cálculo. Eran tan naturales y evidentes para nosotros como los cuentos de ladrones de don Juandico” (p. 39). Retomar el habla y la cotidianidad indígena le permite a Eleodoro tejer pasajes de honda ternura y color. No obstante, sus relatos van mucho más allá de simples estampas rurales pues su penetrante lirismo también explora en la propia condición humana del hombre andino ante lo desconocido y lo impredecible.

Eleodoro Vargas Vicuña consideraba que todo creador literario esencialmente es un poeta que de vez en cuando puede expresarse en versos o en prosa. De hecho, Eleodoro nunca dejó de cultivar la poesía. Por ejemplo, para muchos de su generación fue una grata revelación que se le otorgara el Premio Nacional de Poesía en 1959 por su libro Zora, imagen de poesía. Y es que, según sus testimonios, su relación con la literatura y la filosofía fue sobre todo un acto vital que le ayudó a entenderse como ser humano y a definir su concepción del mundo. El autor de Taita Cristo sentía un fuerte agradecimiento y afecto tanto por William Faulkner y José María Arguedas como por Holderlin, Sócrates y Platón.

Ñahuin es un libro fundador dentro de la narrativa peruana e inclusive latinoamericana. Si bien su estilo siempre ha sido emparentado con el de Juan Rulfo, cabe destacar que Ñahuin fue publicado poco antes que El llano en llamas. De hecho, tanto el Perú como México les deben a estos narradores el haber transmitido la sensibilidad de sus comunidades indígenas a magistrales obras de la narrativa latinoamericana. Gracias por tanto, Eleodoro.

El libro Ñahuin de Eleodoro Vargas Vicuña forma parte de nuestra Colección Literatura Peruana y se encuentra disponible en la Biblioteca Mario Vargas Llosa de la Casa de la Literatura Peruana. Pueden consultar el texto gratuitamente de martes a domingo de 10:00 am. a 7:00 pm.