Despedimos el mes de aniversario de Lima recomendando una joya bibliográfica: La Lima de Ribeyro. Diez cuentos de Julio Ramón Ribeyro (Los Portales, 2016). Esta edición especial nos invita a recorrer la Lima de los años 50 guiados por hermosas fotografías de la época y por la aguda prosa del autor de La palabra del mudo.
Por Antonio Chumbile, Biblioteca Mario Vargas Llosa
La historia de un país estaría incompleta si no tomamos en cuenta la versión de sus artistas. Se suele decir, por ejemplo, que la literatura nos comparte la “historia secreta” de las ciudades. ¿Qué sabríamos del pasado de Francia sin las novelas de Balzac o Flaubert? ¿Se podría comprender a profundidad la historia de México sin las obras de Juan Rulfo o Carlos Fuentes? ¿Se puede reconstruir el pasado de Lima sin los cuentos de Julio Ramón Ribeyro?
El libro La Lima de Ribeyro. Diez cuentos de Julio Ramón Ribeyro (Los Portales, 2016) contiene una propuesta muy tentadora: recorrer la historia de la ciudad de Lima a través de la la fotografía y la literatura de uno de nuestro mayores cuentistas. Entre los relatos seleccionados podremos encontrar algunos de los clásicos más leídos dentro de La palabra del mudo, tales como “El banquete”, “Junta de acreedores” o “Las botellas y los hombres”. Sin embargo, el lector también se encontrará con otros cuentos menos conocidos como “Mayo 1940”, “Atiguibas” o “Surf”, los cuales recurren en buena parte al autobiografismo. Cada uno de estos textos se encuentran muy bien acompañados por fotografías que dan fiel testimonio de las calles, playas, hoteles y bares famosos de la ciudad en las cuales se desarrollan las historias. Gracias al amplio trabajo de investigación, podemos saber más sobre la Lima que Ribeyro conoció para construir su mundo literario.
Como si se trataran de diversos trozos de un mismo espejo, este grupo de cuentos ribeyrianos nos refractan distintos ambientes y personajes típicos de la ciudad de Lima entre los años 1940 y 1960. La Victoria, Rímac, Lince, Surco, Barranco y Miraflores son algunos de los distritos por los cuales nos lleva la voz narrativa del autor. Su mirada varía según cada espacio y cada conflicto al cual se van enfrentando sus personajes.
En varios de los relatos compilados en este libro podemos encontrar cierta nostalgia por aquella “ciudad jardín” que antes representaba nuestra capital. Por ejemplo, en el cuento “Los eucaliptos”, el narrador describe: “Ya no se veía pasar al hombre que, con su canasta y su farol, pregonaba en las noches de invierno la «revolución caliente» ni tampoco a las vacas de la hacienda Santa Cruz que mugían y hacían sonar sus cascabeles. El viejo que vendía choclos reemplazó su borrico por un triciclo.” (p. 50). Esta imagen semibucólica de la ciudad es una de las más añoradas por los personajes de estos cuentos. Lo podemos comprobar también en “Mayo 1940”, “El marqués y los gavilanes”, “Atiguibas” y en varios pasajes de “Surf” y “El banquete”. Varios de sus protagonistas parecen coincidir en cierta idea clave del narrador: “La ciudad progresó. Pero nuestra calle perdió su sombra, su paz, su poesía.” (p. 51). Es frente a este progreso que los personajes de Ribeyro suelen encontrar sus mayores conflictos y frustraciones.
Acompañar los relatos de Ribeyro con fotografías resulta muy fructífero, ya que en sus narraciones se suele relacionar el espacio físico al estado psicológico de sus personajes. Una buena muestra de esta simbiosis lo vemos en el clásico cuento “Junta de acreedores” (p. 71). Este cuento nos traslada al distrito de Surco durante los años 50, cuando era un pequeño poblado rodeado de amplias chacras y viñedos. En este contexto, un comerciante emergente llamado don Roberto será acorralado por unos acreedores provenientes del centro de la ciudad. Este contraste se hará más evidente hasta el punto de que don Roberto es declarado en quiebra. Para procesar mentalmente su derrota, don Roberto decide alejarse de Surco y caminar hasta los malecones de Chorrillos:
“Era un lugar apacible donde apenas llegaban los rumores de la ciudad., donde apenas se presentía la hostilidad de los hombres. A su amparo se podían tomas grandes resoluciones. Allí él recordaba haber besado por primera vez a su mujer, hacía tanto tiempo. En ese límite preciso entre la tierra y el agua, entre la luz y las tinieblas, entre la ciudad y la naturaleza, era posible ganarlo todo o perderlo todo.” (p. 96)
En estas líneas se alternan y se mezclan las descripciones del personaje, el espacio y la historia para crear aquella atmósfera de amargura y fracaso que es frecuente encontrar en la obra de Ribeyro. Si a esto le sumamos la melancolía de varias fotos de Lima en blanco y negro, el lector se llevará la sensación de haber hecho un auténtico viaje literario en el tiempo.
Sin embargo, no se trata solamente de una visión nostálgica de la ciudad. Ribeyro fue un agudo observador del tránsito de la Lima aristocrática a la Lima de las primeras migraciones. Estos relatos funcionan como un amplio testimonio de aquella generación que tuvo que ceder, resistir o resignarse a los nuevos cambios de la modernidad. Algunos personajes lo asumen con cierto pesar como en “Mayo 1940” y “Los eucaliptos”; otros terminan autoexiliados en la locura como en “El marqués y los gavilanes”; y, finalmente, muchos intentan adaptarse a esta nueva realidad corriendo el constante riesgo de fracasar como en “Surf”, “Dirección equivocada” y “El banquete”.
La Lima de Ribeyro es un libro ideal para aquellos que deseen empezar a conocer nuestra ciudad a través de su literatura. También será todo un placer para los fanáticos de Julio Ramón Ribeyro ya que podrán ver los escenarios de sus cuentos al momento en que éstos fueron concebidos. Se trata de un libro fundamental para comprender y revivir esa “otra historia” que oculta nuestra ciudad.
El libro La Lima de Ribeyro. Diez cuentos de Julio Ramón Ribeyro forma parte de nuestra Colección Lima y se encuentra disponible en la Biblioteca Mario Vargas Llosa de la Casa de la Literatura Peruana. Pueden consultar el texto gratuitamente de martes a domingo de 10:00 am. a 7:00 pm.