La Casa de la Literatura Peruana lamenta el fallecimiento del poeta peruano Eduardo Chirinos (Lima, 1960 – Missoula, EE.UU., 2016). Le hacemos llegar nuestras condolencias a los familiares y amigos de este reconocido escritor, quien participó en algunas de nuestras conferencias, charlas, recitales, y a través de un taller de lectura de poesía para jóvenes en enero de 2015.
Chirinos pertenecía a la llamada Generación del 80, junto a poetas como José Antonio Mazzotti, Rossella di Paolo y Raúl Mendizábal. Estudió en la Universidad Católica, donde obtuvo el bachillerato y la licenciatura en literatura y lingüística.
Vivió en España los años 1986 y 1987 con una beca de investigación otorgada por el Instituto de Cooperación Iberoamericana. En 1993, viajó a los Estados Unidos para hacer estudios de doctorado. En 1997 se doctoró con una tesis sobre el silencio en la poesía hispanoamericana contemporánea. Desde entonces ha ejercido como profesor en universidades de Nueva York y Pennsylvania.
Residía en Missoula (EE.UU.), donde era profesor de literatura hispanoamericana y española en la Universidad de Montana. En 2001, su libro Breve historia de la música ganó el I Premio Casa de América de Poesía Americana.
POETAS LO RECUERDAN
A través del Facebook, algunos escritores peruanos le dedicaron unas palabras a Eduardo Chirinos.
“Me apena mucho la noticia de la muerte de Eduardo Chirinos (Lima,1960), poeta querido de mi generación, un muchacho vital y talentoso como lo eran también, a comienzos de los 80, Rossella Di Paolo, Domingo de Ramos, Patricia Alba, todos nacidos el mismo año que él y yo. Juntos asomamos con la misma urgencia a la poesía, tan llenos de sueños, con tanta devoción por la palabra. Con el rigor de un herrero, Eduardo se fue forjando una obra vasta y singular, personalísima. Recordémoslo por sus libros y sus gestos: su entrega a prueba de balas a la poesía; su generosidad a prueba de balas; su amistad. Recordemos lo que nos deja y no se lleva: su sabiduría y su entereza; su bella voz”.
Mariela Dreyfus. Poeta.
“Eduardo se acercó a mí por mi libro Cuadernos de quimioterapia. Una persona con mucho humor, del bueno, del bonito… Gracias, Eduardo, por eso. ¡El más hermoso viaje ha comenzado!”
Victoria Guerrero. Poeta.
“He leído todos los libros de poesía y ensayo de Eduardo y siempre he admirado la calidad y la importancia de su escritura. He sido testigo estos treinta años de su generosidad, su inteligencia y su ironía y sobre todo he vivido la transparencia de una amistad que se construye con muy pocas personas.
Cada amigo, dice Ribeyro, es dueño de una gaveta de nuestro ser y solo él tiene la llave. La gaveta que le pertenece a Eduardo es enorme y siempre estará colmada. Un gran abrazo como el que nos dimos en julio pasado después de un conversatorio en casa de Jorge (Eslava). Fue la última vez que te vi. Así se preservará nuestra hermandad”.
Carlos López Degregori. Poeta.