Un adelanto de la charla que ofrecerá Andrés Piñeiro el miércoles 11 de noviembre sobre la vida y obra de Martín Adán.
El filósofo Andrés Piñeiro (Lima, 1967) es el investigador más importante de la vida y obra de Martín Adán. El miércoles 11 de noviembre, a las 7 pm, dictará en las salas 7 y 8 de la Casa de la Literatura Peruana (Jr. Áncash 207, Centro Histórico de Lima) la conferencia Martín Adán en sus cartas y entrevistas. En esta breve conversación nos ofrece un adelanto de su participación en esta charla de ingreso libre.
¿Cómo empezó su interés en investigar la vida y obra de Martín Adán?
Recuerdo haber leído un artículo del filósofo peruano Luis Felipe Alarco sobre Martín Adán en el suplemento El Dominical del diario El Comercio. Quedé impresionado por el artículo de Alarco, pero más por los versos de Adán desperdigados por la página. Tenía catorce años y ahí empezó mi interés por el poeta.
¿A qué se debe que existe esta separación entre el poeta y el mito Martín Adán?
No lo sé. Podría ser por la complejidad de su obra y por el silencio que guardó el poeta en torno a su vida. Entonces, se recurre al mito para aliviar ambas carencias. De pronto, si hubiésemos comprendido su obra y tenido datos sobre su vida no habríamos recurrido al mito.
¿Por qué Martín Adán corregía y reescribía tanto sus poemas tal como consta en sus manuscritos?
La corrección es propia de un espíritu exigente como el de Martín Adán. Mi sensación es que el poeta buscaba la palabra precisa que diera cuenta cabalmente de lo que sentía o pensaba.
¿Se puede establecer a través de sus cartas la relación entre su vida y los intervalos en los que aparecieron sus obras?
En algunos casos, como en el Escrito a ciegas. Carta a Celia Paschero (1961), sí. Este poemario fue escrito a raíz de una carta de la escritora argentina Celia Paschero dirigida a Martín Adán, en la que le pedía datos sobre su vida. Paschero, colaboradora de Jorge Luis Borges por aquel entonces, precisaba de estos datos para elaborar su tesis sobre la poesía peruana contemporánea. A mi juicio, esta carta dio el origen no solo al mencionado poemario; sino a los poemarios que le siguieron, como por ejemplo, a La mano desasida. Canto a Machu Picchu (1964).
¿Por qué rehuía el contacto directo con las personas y evitaba participar en conferencias, presentaciones y entrevistas?
Sospecho que era un tipo que podía disfrutar de su soledad. En Martín Adán podían confundirse silencio y soledad, que consiste, en su caso, en no encontrar voces parecidas a la propia.
¿Por qué cree que a nivel general se conoce más a Martín Adán por La casa de cartón que por sus poemas?
La casa de cartón (1928) es una novela que se nos presenta accesible, coloquial, son las impresiones de un adolescente sobre Barranco, la escuela, los primeros amores. No ocurre lo mismo con gran parte de la obra poética de Martín Adán, que es hermética, difícil, compleja, un desafío al lector más atento. Pienso en unos versos de Travesía de extramares. Soneto a Chopin (1950): “Panspermia de tu proco y de tu planto”. Hay que acudir al diccionario a cada momento.