Este sábado 25 de julio, a las 6:00 p.m., el Club de lectura dedicará una sesión virtual al libro Allí donde canta el viento. Antología de literatura amazónica, editado por Kristel Best y Yaneth Sucasaca y publicado en edición digital por la Casa de la Literatura Peruana.
Por Antonio Chumbile
“La poesía es un planeta de árboles vivos que se resiste a morir.” Con esta potente frase cierra el más reciente manifiesto publicado por el Grupo Urcututu el mes de agosto del 2019, firmado por los poetas Ana Varela Tafur, Percy Vílchez Vela y Carlos Reyes Ramírez. Después de leer Allí donde canta el viento. Antología de literatura amazónica uno puede entender y sentir que cada una de estas palabras implica toda una cosmovisión que abarca amplias formas de espacio y tiempo. Efectivamente, en cada uno de los textos seleccionados por Yaneth Sucasaca y Kristel Best Urday, se puede percibir que la Amazonía no solo es una amplia región que alberga infinidad de seres vivos sino que es ella misma un vasto y complejo organismo vital con memoria, armonía y voluntad de resistencia. El urgente llamado del Grupo Urcututu va dirigido a que el ser humano (“animal que piensa y habla”) tome conciencia de su lugar en este ecosistema así como ya lo hizo y está haciendo gran parte de su literatura.
Allí donde canta el viento reúne a dieciséis autores y tres autoras de la Amazonía peruana que encarnan en sí mismos su diversidad y su riqueza. Así como Urcututu, también podemos encontrar a los representantes de otros grupos valiosos como Bubinzana, Javier Heraud y Oruga, los cuales conforman en su conjunto una literatura en constante diálogo –y tensión- con los saberes ancestrales de la madre naturaleza así como también con la expansión de la modernidad occidental. En un contexto donde muchas veces “La historia no registra / nuestros éxodos, los últimos viajes / aventados desde ríos intranquilos)” (p. 97), como escribe Ana Varela Tafur, la literatura suele convertirse en ese espacio donde la memoria colectiva e individual puede conservarse. Muestras claras de ello se pueden encontrar en los poemas de Jorge Nájar, César Arias Ochoa y Percy Vílchez, aunque el valioso acto de testimoniar desde el pasado y el presente hacia el futuro es transversal a la mayoría de los autores reunidos.
Otro aporte fundamental que llevan a cabo varios autores en esta antología es su capacidad de reinventar a diversos personajes reales y seres mitológicos o ancestrales de la Amazonía. Ahí se hacen presentes el shamán, el yacuruna, la yacumama, Naro-wé, Pachakamaite, Mamá Rumi y los Apus, así como algunos pobladores memorables de las comunidades nativas asháninka, awajún, shipibos, entre otros. Por supuesto, los autores no se limitan a mencionarlos sino que los hacen parte medular de sus creaciones. En el poema “Atashay” de Teddy Bendayán, por ejemplo, el “compadre de penas civilizadas” se convierte en receptor de su pesare y mayores dudas: “Cumpa… cumpa… / ¿por qué tantas flores de miseria? / ¿por qué tendriás que ser tú el padrino de mi llanto?” (p.23)
Además de los textos que ya se han destacado de esta antología en otros comentarios, nos llama la atención el relato “Julia Zumba, la nodriza reina”, de Arturo Panaifo Teixeira. Aquí nos encontramos con una historia donde se alcanzan otros límites de lo que tradicionalmente denominaríamos realismo mágico. En este cuento de pasión y desamor, desarrollado entre la urbe y la naturaleza, el mito se apodera de la historia y la mirada del narrador hasta el punto de que no solo aparece entre lo cotidiano sino más bien lo moldea y lo condiciona. Esto tiene como resultado un texto donde la magia tiene tanta riqueza y complejidad que termina validando su historia también como en un poema: “Tintayo, en éxtasis frenético, bailaba, moviendo todo el cuerpo, griando en el centro de la pampa a la risa de las bubinzanas que desde sus raíces sabían que Tintayo, luego de sembrar su cuerpo en el hoyo que iba formando al bailar, desaparecería y quedaría por siempre en Intuto para cuidar a Julia Zumba, la india que quería y no quería sopesar el estudio con los recuerdos más gratos de la tribu…” (p. 70).
Confiamos que la cuidada selección de los textos de esta antología servirá como puente para conocer la riqueza de la obra de cada uno sus autores. Nuestra Amazonía continúa resistiendo a través de ellos.
La edición virtual de Allí donde canta el viento será leída y comentada este sábado 25 de julio a las 6 p.m. en el Club de Lectura Virtual, organizado por el equipo de Biblioteca Mario Vargas Llosa y mediadores culturales de la Casa de la Literatura Peruana. Puedes acceder al libro en el siguiente link.