
“Inventamos las ficciones para poder vivir de alguna manera las muchas vidas que quisiéramos tener cuando apenas disponemos de una sola”, dijo Mario Vargas Llosa en Elogio de la lectura y la ficción, discurso pronunciado al recibir el Premio Nobel de Literatura en 2010. El reconocido escritor peruano partió a la eternidad el pasado domingo 13 de abril, a los 89 años. Considerado uno de los máximos exponentes de la literatura en español, fue galardonado con numerosos premios, entre ellos el Premio Príncipe de Asturias de las Letras (1986) y el Premio Miguel de Cervantes (1994).
Vargas Llosa fue el último representante vivo del célebre boom latinoamericano, movimiento que compartió con figuras como Gabriel García Márquez, Julio Cortázar y Carlos Fuentes, entre otros. Su obra fue reconocida con el Nobel por “la cartografía de las estructuras del poder y sus imágenes mordaces de la resistencia del individuo, su rebelión y su derrota”.
Trayectoria y legado
“Desde la puerta de La Crónica Santiago mira la avenida Tacna, sin amor: automóviles, edificios desiguales y descoloridos, esqueletos de avisos luminosos flotando en la neblina, el mediodía gris. ¿En qué momento se había jodido el Perú?” Así comienza Conversación en La Catedral (1969), su tercera novela y una de las más significativas de su producción. “Ninguna otra novela me ha dado tanto trabajo; por eso, si tuviera que salvar del fuego una sola de las que he escrito, salvaría esta”, escribió en el prólogo de la edición de 1998.
Nacido en Arequipa en 1936, estudió Literatura y Derecho en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y obtuvo el doctorado en Literatura en la Universidad Complutense de Madrid. Se desempeñó como docente en reconocidas universidades y desde joven se dedicó al periodismo, también en medios radiales y televisivos. En 1990 fue candidato a la presidencia del Perú.
En sus inicios literarios, colaboró con Luis Loayza, José Miguel Oviedo y Abelardo Oquendo en los Cuadernos de Composición y la revista Literatura. Su primer libro de cuentos, Los jefes (1959), recibió el premio Leopoldo Alas. Durante la década de 1960, publicó novelas caracterizadas por su complejidad estructural y su audaz experimentalismo. Entre ellas destacan La ciudad y los perros (1963), que le otorgó fama internacional tras ganar el Premio Biblioteca Breve; La casa verde (1966), galardonada con el Premio Rómulo Gallegos; Los cachorros (1967), y la monumental Conversación en La Catedral (1969), una crítica mordaz a la sociedad peruana bajo la dictadura de Odría.
A partir de los años 70, su narrativa adoptó nuevas formas, con una escritura más accesible para diversos públicos. De esta etapa son Pantaleón y las visitadoras (1973), La tía Julia y el escribidor (1977), y la ambiciosa novela histórica La guerra del fin del mundo (1981). Le siguieron obras como Elogio de la madrastra (1988), Lituma en los Andes (1993), Los cuadernos de don Rigoberto (1997), La fiesta del Chivo (2001), El paraíso en la otra esquina (2003), Travesuras de la niña mala (2006) y El sueño del celta (2010). En 2013 publicó El héroe discreto; luego vinieron Cinco esquinas (2016), Tiempos recios (2019) y Le dedico mi silencio (2023). Varias de sus obras han sido adaptadas al cine.
También incursionó en otros géneros, como el teatro —La señorita de Tacna (1981), La Chunga (1986), Al pie del Támesis (2008)— y el ensayo, con títulos como La orgía perpetua. Flaubert y Madame Bovary (1975), Cartas a un novelista (1997) y La civilización del espectáculo (2012). Reunió sus artículos en los tres volúmenes de Contra viento y marea (1983, 1986 y 1990), y escribió sus memorias en El pez en el agua (1993).
Su vasta y fecunda obra nació del amor por la lectura, alimentada por autores como Gustave Flaubert, Victor Hugo y William Faulkner. Su pasión por la obra de autores de otras lenguas lo llevó a que lo incorporen en academias de otros países, entre ellas la Academia Francesa en 2023, con lo que se convirtió en el primer escritor de habla hispana en ingresar a dicha institución fundada en 1635. Vargas Llosa a través de la escritura vivió muchas vidas y convirtió, como él mismo dijo, “en posible lo imposible”.
“Igual que escribir, leer es protestar contra las insuficiencias de la vida. Quien busca en la ficción lo que no tiene, dice, sin necesidad de decirlo, ni siquiera saberlo, que la vida tal como es no nos basta para colmar nuestra sed de absoluto, fundamento de la condición humana, y que debería ser mejor. […] Tenemos que seguir soñando, leyendo y escribiendo, la más eficaz manera que hayamos encontrado de aliviar nuestra condición perecedera, de derrotar a la carcoma del tiempo y de convertir en posible lo imposible”.
«Elogio de la lectura y la ficción». Discurso ante la Academia Sueca en 2010.
Mario Vargas Llosa y la Casa de la Literatura Peruana
Desde su inauguración, la Casa de la Literatura Peruana ha rendido permanente homenaje a Mario Vargas Llosa. La biblioteca de la institución lleva su nombre y alberga la Colección Mario Vargas Llosa, que incluye casi todas sus obras en diversas ediciones, estudios críticos y títulos de autores que lo inspiraron.
Actualmente, la colección cuenta con 253 títulos actualizados, entre ellos su más reciente novela Le dedico mi silencio (2023), y ensayos como Medio siglo con Borges (2020), La mirada quieta (de Pérez Galdós) (2022), Un bárbaro en París. Textos sobre la cultura francesa (2023) y la recopilación El fuego de la imaginación. Libros, escenarios, pantallas y museos. Obra periodística I (2022). También incluye obras traducidas al inglés, francés, italiano, portugués y alemán.
En 2010, la Casa de la Literatura le rindió un homenaje institucional y organizó el Congreso Internacional Las cartografías del poder en la obra de Mario Vargas Llosa, coincidiendo con la entrega del Nobel. En 2013, con motivo del 50 aniversario de La ciudad y los perros, se presentó una exposición conmemorativa y un congreso internacional dedicado a su primera gran novela. En 2021, se elaboró un artículo a propósito de su cumpleaños número 85, con 85 datos sobre su vida y obra.
La última visita de Mario Vargas Llosa a la Casa de la Literatura fue en 2015. Su paso por la institución fue para ver la exposición “Sebastián Salazar Bondy. El señor gallinazo vuelve a Lima”, donde el autor tuvo oportunidad de comentar sobre la relación con su gran amigo Sebastián Salazar Bondy.