Desde 1946 cada 23 de abril se celebra el Día Mundial del Idioma Español en honor al escritor español Miguel de Cervantes Saavedra, quien murió el 23 de abril del año 1616 y cuya novela El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha está considerada la obra cumbre de la lengua española. En la misma fecha, pero del calendario juliano, murió William Shakespeare. También murieron en diferentes años, el peruano Inca Garcilaso de la Vega y Vladimir Nabokov (en 1899). Todo eso ha sido el marco perfecto para que este día se celebre al idioma español.
Asimismo, desde 1996, también el 23 de abril se celebra el Día Mundial del Libro y los derechos de autor con el objetivo de fomentar la lectura, la industria editorial y la protección de la propiedad intelectual.
A continuación reproducimos el mensaje de la Sra. Irina Bokova, Directora General de la UNESCO, en esta efemérides:
“Nuestra relación con el libro determina en gran medida nuestra relación con la cultura. El 23 abril, con motivo del Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor, la UNESCO exhorta a movilizarse en torno al libro y a apoyar a quienes de él viven y lo hacen vivir.
Rollo de papiro o Códex, manuscrito, impreso o tableta digital, el libro ha cambiado cientos de veces de apariencia. Pero sea cual sea el medio empleado, el libro materializa las ideas y los valores que los hombres y mujeres consideran dignos de transmitirse. Es un valioso instrumento de intercambio del saber, de entendimiento mutuo y de apertura a los demás y al mundo.
La UNESCO desea dotar a cada persona de los medios necesarios para tener acceso a este formidable potencial. Este esfuerzo comienza en la escuela, por una lucha resuelta contra el analfabetismo de niños y adultos y prosigue con el fortalecimiento de las políticas culturales. Sin una educación de calidad, las páginas de los libros permanecen en silencio. Los libros no suelen funcionar solos: llevan a leer otros libros que, a su vez, revelan otras riquezas. Sin un acceso equitativo al contenido y a los recursos de las bibliotecas, sean éstas materiales o virtuales, la fuerza de los libros se debilita y su diversidad se agota. Esta cadena del libro reposa en equilibrios precarios y requiere una vigilancia activa y medios de apoyo. Ejemplo de ello es la aplicación de las convenciones de la UNESCO y, en particular, la que se ocupa de la promoción de la diversidad de las expresiones culturales.
En 2012 el Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor estará consagrado a la traducción. Celebramos el 80º aniversario del Index Translationum, repertorio mundial de las traducciones, que administra la UNESCO. Es una extraordinaria herramienta de difusión y seguimiento de los flujos culturales mundiales. Ante el aumento de las publicaciones los Estados Miembros deben aunar sus fuerzas para que este instrumento único sea más completo, más eficaz y más abierto. La traducción es el primer paso hacia el acercamiento de los pueblos; es también una experiencia de “desensimismamiento” que enseña la diversidad y el diálogo. La traducción es uno de los motores de nuestra diversidad creadora que enriquece cada idioma al ponerlo en contacto con todos los demás.
Nuestro mundo necesita comprender la diversidad de las culturas y forjar en la mente de cada hombre y de cada mujer competencias interculturales mucho más fuertes. Las necesitamos para vivir juntos en sociedades heterogéneas, para hacer frente juntos a los desafíos que nos son comunes. El 23 de abril la UNESCO promueve la ceremonia de celebración del Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor en Ereván (Armenia), capital mundial del libro en 2012. En este día insto a todos los asociados de la UNESCO en las universidades, las Cátedras y las Escuelas Asociadas, a recordar que los libros son un una oportunidad y una fuerza que deben ponerse en manos de todos.”