Entrando al mes de diciembre, podemos notar en las calles y en los hogares que ya se acerca la Navidad. La Sala de Literatura Infantil Cota Carvallo se une a esta celebración destacando como publicación de la semana un clásico y entrañable cuento de Navidad: El expreso polar, del escritor estadounidense Chris Van Allsburg.
Por Rebeca Urbina, Sala de Literatura Infantil Cota Carvallo
Como si un anciano relatara un recuerdo de su infancia, El expreso polar (Ekaré, 2014) nos cuenta, en primera persona, la historia de un niño que aborda un tren fantástico durante la Nochebuena. Este tren lo llevará, en compañía de muchos otros niños, al Polo Norte.
El Polo Norte es imaginado por algunos niños como un lugar frío y lejano donde habita Papá Noel, acompañado por sus duendes y sus renos. No es considerado un lugar de fácil acceso, por lo cual suponen que para llegar ahí se tendría que emprender un largo viaje. Sin embargo, el tren de esta historia no es convencional; se trata de un tren expreso que recorre largas distancias entre bosques, valles y montañas, a muy alta velocidad. De este modo, muchos niños son llevados al Polo Norte y retornados a sus casas en una sola noche.
El protagonista es un niño que, a pesar de la incredulidad de un amigo suyo, persiste en creer que Santa Claus (también conocido como Papá Noel) existe. Esa Nochebuena, mientras permanece en silencio intentando escuchar los cascabeles del trineo de Santa, escucha otro sonido: un tren detenido en la puerta de su casa. El conductor lo invita a abordar el Expreso Polar y él acepta encantado. Dentro del tren se vive un festivo espíritu navideño gracias a los afortunados niños que viajan en él.
Al llegar al Polo Norte, todos se reúnen en el centro de la ciudad para ver la entrega del primer regalo de Navidad. El protagonista de nuestra historia resulta ser el elegido. Ante la pregunta de Santa sobre qué regalo desearía, el niño, en vez de elegir algún juguete, decide pedir lo que más anhelaba: un cascabel plateado del trineo de Santa Claus. Este cascabel representa la ilusión de la Navidad. Es el símbolo que el niño quiere tener consigo para recordar que hace bien en creer, en soñar e imaginar, aunque el resto le diga lo contrario. El cascabel le da una razón para mantener vivas sus ilusiones. Por todo eso, en lugar de pedir un regalo que le daría una alegría temporal, el niño pide algo que sabe que no dejará de tener significado para su vida.
Luego de recibirlo, el niño guarda el cascabel en su bolsillo y ve a Santa Claus elevarse en su trineo, camino a repartir los demás regalos de Navidad. Al volver al Expreso Polar, los demás niños quieren ver el cascabel pero él no lo encuentra y se da cuenta de un agujero en su bolsillo. Se entristece mucho por haber perdido el cascabel pero ya no hay tiempo para ir a buscarlo.
A la mañana siguiente, el niño y su hermana abren sus regalos. Entre ellos encuentran una pequeña caja dentro de la cual estaba el cascabel plateado. En una nota, Santa Claus aclara que lo encontró en el asiento de su trineo. Al agitar el cascabel, ambos hermanos escuchan el sonido más hermoso que jamás hubieran imaginado. Sus padres, en cambio, piensan que el cascabel no funciona ya que ellos no pueden escucharlo. Una pequeña nota en la última página explica que el cascabel no puede ser escuchado por todos y que algunos que podían oírlo en algún momento dejan de hacerlo, acaso porque, llegado un momento, dejan de creer en la magia de la Navidad. Así como el cascabel no puede ser oído por todos, la magia y la fantasía no tocan a todos de la misma manera.
Esta historia es narrada por el protagonista muchos años después, con una ternura e inocencia que se rehúsa a perder. A algunos adultos tal vez nos recuerde aquellas cosas en las que dejamos de creer, las fantasías que dejamos de disfrutar o aquella magia que antes protagonizábamos y ahora solo vemos de lejos.
El candor de la infancia se deja ver en muchas escenas del cuento, tanto en el texto como en las ilustraciones a doble página, las cuales parecen ser individualmente cuadros navideños. Las emociones de los rostros de los niños logran retratar su ingenuidad e ilusión. Las imágenes, algo difusas, llevan a pensar en la nebulosa entre la fantasía y la realidad, entre la vigilia y el sueño. Pero, más allá de dirigir una interpretación a la común idea de que todo fue un sueño, difuminan esos límites para llevar al lector a ser parte de esta atmósfera navideña, en la cual la fantasía está permitida.
Quizá, luego de leer este nostálgico y entrañable libro álbum, el lector adulto pueda darse la oportunidad de volver a escuchar el cascabel de Navidad y así acompañar la ilusión de los más pequeños en casa.
Invitamos a grandes y chicos a la lectura del libro del mes, El expreso polar, este sábado 9 de noviembre a las 5:00 p.m., y a leer muchos libros más en la Sala de Literatura Infantil Cota Carvallo. Nuestro horario de atención es de martes a viernes de 10 a.m. a 5 p.m. y los sábados y domingos de 10 a.m. a 6 p.m. Todos nuestros servicios son gratuitos.